Diarrea aguda infantil: Admisión hospitalaria en menores de tres años. Año 2005

Introducción: la diarrea aguda constituye un severo problema de salud pública en los países en desarrollo. En América latina continúa siendo un flagelo y es causa importante de mortalidad infantil. Las características epidemiológicas, agentes etiológicos y presentación clínica varían dependiendo del país, región o comunidad, por lo que su conocimiento en el ámbito local es útil en el diseño de programas de prevención y control. Objetivos: mantener la vigilancia de esta patología en niños admitidos al Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR) y disponer de indicadores de casos graves que requirieron internación Material y método: en esta comunicación se describen las características clínicas, etiológicas y evolutivas de los niños menores de 36 meses que ingresaron por diarrea aguda al Departamento de Pediatría del Hospital Pediátrico del CHPR. En esta casuística se seleccionaron los niños menores de 3 años con esta patología, según definición de la OMS, admitidos durante el año 2005 en la Unidad de Diarrea. Resultados: se incluyeron 393 niños con una mediana para la edad de 6 meses. Recibieron lactancia natural exclusiva durante una mediana de 2 meses previo al ingreso. El 19% de los niños había presentado al menos un episodio previo de diarrea de los cuales el 39% fue admitido por esa razón. El 24% del total de pacientes y la mitad de los reingresos eran desnutridos. La mitad recibieron terapia de rehidratación oral previo al ingreso. Las dos terceras partes de la población estudiada ingresó durante la estación estival. Los motivos de ingreso más frecuentes fueron deshidratación, acidosis y concomitancia de foco infeccioso extraenteral. La mediana de internación fue de 4 días. Se aisló rotavirus en el 18% y adenovirus en el 8% de los niños. El coprocultivo fue positivo en 7/46 casos: Shigella (4), Salmonella (1) y Campilobacter (2). Un subgrupo de 28 niños (7%) tuvo una internación de más de 14 días. No hubo fallecidos. La admisión hospitalaria se ha mantenido con escasas modificaciones en los últimos años, sin acompañar el descenso de otros indicadores de esta patología en nuestros niños.