Caída desde las alturas

La decada pasada bien puede ser recordada como la era de los agresivos lideres de alto vuelo. Titanes como Kenneth Lay, Dennis Koslowski y Bernard Ebbers adornaban las portadas de las revistas de negocios. Capturaron la fascinacion del publico con sus audaces movidas de negocios y sus carismaticos discursos. En este articulo, el psicologo social Roderick M. Kramer hace una importante pregunta: ?Por que tantos lideres ?no solamente en los negocios, sino tambien en politica, la religion y los medios? se despliegan como verdaderos adeptos al poder y poseedores de una gran habilidad mientras lo seducen, solo para encontrarse despues como poseidos por el desvario una vez que han conseguido asegurarlo para ellos? Kramer, quien ha pasado la mayor parte de su carrera investigando como los lideres llegan a la cima, dice que hay algo en el proceso de llegar al liderazgo que cambia a la gente de manera profunda. Los sistemas a traves de los cuales elegimos a nuestros lideres obligan a los ejecutivos a sacrifi car las actitudes y conductas que son esenciales para su supervivencia una vez que han alcanzado la cumbre. La sociedad ha aprendido a considerar que la toma de riesgos y la ruptura de las reglas son indicadores de un buen liderazgo. Como resultado, los CEO y otros lideres carecen de la modestia y la prudencia que se necesitan para enfrentar con exito las recompensas y atavios del poder. Llegan a creer que los limites normales no se les aplican y que estan autorizados para apropiarse de lo que se les ocurra. Los lideres que permanecen con los pies en la tierra ?que llegan a la cumbre y se quedan alli? exhiben cinco habitos distintivos en lo psicologico y en lo conductual: simplifi can sus vidas, permaneciendo humildes y ?terriblemente comunes?. Enfocan la luz sobre sus debilidades en vez de tratar de ocultarlas. Lanzan globos de sondeo para descubrir la verdad y prepararse para lo inesperado. Transpiran por los detalles. Y refl exionan mas, no menos.