Informes académicos. Puente romano sobre el río Adaja, en Ávila

[-144→] El trazado de la ciudad medieval de Avila respeta en su planta las grandes lineas de su predecesora, la ciudad romana, con su cardo, su decumano, sus puertas y sus insulas. El complemento natural de esta planta es el puentecillo que por el lado sur del recinto urbano salva el curso del Adaja en direccion a Piedrahita y Salamanca, y que estuvo en uso hasta la construccion en el siglo actual del puente nuevo, que ha venido a sustituirlo. El puente antiguo, de cinco arcos de medio punto (tal vez originariamente seis), con tajamares por el lado de aguas arriba y pilas planas por el opuesto, fue construido por los romanos con sillares del granito gris azulado de la localidad. La construccion podria remontarse a epoca de Trajano en vista de su semejanza de tecnica y diseno con los puentes de Alcantara, Guarda (sobre el rio Segura), Mosarela y Bibey (Orense) y otros del Occidente peninsular. Durante la Reconquista, cuando Avila quedo en tierra de nadie, los cinco arcos del puente romano estaban cortados. Despues, al tiempo que la ciudad era repoblada y reconstruida, tambien lo fue el viejo puente, si bien con una tecnica mucho mas rudimentaria que la empleada por los romanos y con materiales de menor dureza que el granito empleado por estos. Y, en efecto, la piedra empleada fue la misma caliza con que se levantaron las murallas de la Avila romanica. De este modo el puente es un ejemplo curiosisimo de una obra de dos epocas y de dos civilizaciones completamente distintas. Pese a este interes visible en sus restos, los tiempos modernos no han respetado la distancia que este monumento necesitaria para su conservacion y su contemplacion. Aun asi, y por los meritos antes senalados, el que [-144→145-] suscribe considera que mereceria ser declarado, como las murallas de Avila, monumento nacional.